domingo, julio 01, 2007

Luna de miel...


Tantas veces hablamos acá de la felicidad, tantas veces intentamos definirla, explicarla, encasillarla en palabras y nunca lo logramos.

Y no lo logramos porque es absolutamente imposible, ¿como explicar la magnificencia que nos embarga cuando el ser amado nos acaricia?, ¿como definir esa sensación que nos produce un simple mimo?, ¿como transmitir lo fácil que es hacer todo cuando se hace de a dos?...

No se puede, no existen palabras que definan lo que es sencillamente sublime, todo lo que podemos llegar a decir es que somos felices, aunque con ésto nadie llegue ni siquiera a imaginar lo que estamos viviendo, y lo que seguro debemos hacer es agradecer, siempre debemos ser agradecidos...

Por eso... gracias Charlie, gracias por el tierno despertar que me regalás cada mañana, gracias por el cálido abrazo con que cada noche me acompañás en el reparador descanso, gracias por las maravillosas cenas, por las risas cotidianas y por los incontables instantes de cosas sencillas compartidas cada día.

Gracias Charlie por acompañarme en el camino, por convertirte en mi faro, en la estrella que me guía y en el sol, que con su calidez alienta mi alma.

¿Y sabés que es lo más maravilloso?, ver que con el transcurrir de los días se van desvaneciendo, cada vez con más rapidez, los temores que nos embargaban al principio...

Cuando ayer me dijiste al oído que... nada ni nadie te separaría de mi, supe que era verdad, supe que lo sentías en el alma...y fue el más sublime regalo que podrías haberme hecho...

Se que nada es eterno, pero también se que esto no es improvisado, sino que por el contrario es el resultado de muchos años de encuentros y desencuentros, de aprendizajes compartidos, de crecer juntos...y nada que hayamos hechos con tanta dedicación, empeño y cariño puede ser efímero...así que amor, seguirás haciendo por mucho, mucho tiempo... mis amaneceres cálidos, mis días felices y mis noches un remanso de ternura y pasión entre tus brazos...

Mis queridos amigos, perdón por estos casi dos meses de ausencia, jamás me olvido de todos ustedes, pero como ven, la vida me impuso otro ritmo y el amor es demandante, no por imposición, sino por necesidad de dedicarse.

De a poco iré regresando para seguir compartiendo lecciones de vida que otros comparten conmigo, sólo ténganme un poquito de paciencia...afortunadamente la luna de miel se está extendiendo más de lo habitual...