martes, febrero 27, 2007

Ya estoy de vuelta...


La verdad es que salió todo a pedir de boca, parece que las oraciones fueron eschadas porque el mismo viernes por la noche ya estaba en línea.

Quiero agradecerle a Sergio de PcCanje, porque a pesar del calor laburó como un negro para entregarme todo andando.

La verdad es que estoy muy contenta, terminé gastando bastante más de lo que había estimado porque me tenté con algunas cositas como por ejemplo el monitor LCD y una placa sintonizadora de TV, le puse 768 Mb de RAM, 2.66 GB de micro, lo único que heredó de la anterior fue la disquetera, la grabadora de DVD y la GeForce con 128MB.

Pero adivinen que es lo más bonito de todo... la estética!!! es toda negra y plata, desde la CPU, pasando por los cuatro parlantes (sonido dolby), monitor, teclado, mouse... un perfecto y armónico conjunto.

Bueno, ya despunté el vicio boludeando todo el finde con el chiche nuevo, así que esta tarde seguramente les postearé algo nuevo, pero no se acostumbre porque el viernes me voy de nuevo de vacaciones por quince días... que se le va a hacer... así es la vida de los pobres!! :-)

jueves, febrero 22, 2007

La Bruja se renueva...


En realidad no yo (ya no tengo arreglo), pero sí mi compu, mañana la cambio por una nueva, no digo que será un maquinón pero cuadriplica las capacidades de la que tengo ahora, así que los que me conocen ya se imaginarán lo ansiosa y desesperada que estoy por meter mano en esa maravilla.

Ruego al cielo que todo salga bien y a lo sumo en 24 hs. pueda estar de nuevo en línea, pero los que lidiamos a diario con el harware sabemos que Murphy nunca falla y lo que debería ser fácil y rápido, se convierte en lo más complicado y engorroso que uno ha tenido que enfrentar en la vida.

Así que rueguen por mi, para que a más tardar el domingo, tenga ya todo configurado y haya podido instalar todos esos programas pedorros que me encantan y que jamás pude tener porque necesitan casi más recursos que los que la tecnología puede proveer.

Confío en Dios, en la providencia y en Bill Gates para que así sea... :-)

PD:...me dicen la crédula!!!! Juaaaa!!!!


miércoles, febrero 21, 2007

Los obstáculos en nuestro camino...


Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstacularizando un camino, entonces se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda roca.


Algunos de los comerciantes más adinerados y cortesanos del rey vinieron y simplemente le dieron una vuelta.

Muchos culparon al rey ruidosamente de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la gran piedra del camino.


Entonces llegó un campesino que llevaba una carga de verduras.

Al aproximarse a la roca, el campesino puso su carga en el piso y trató de mover la roca a un lado del camino.

Después de empujar y fatigarse mucho lo logró, mientras recogía su cargamento de vegetales, notó una cartera en el suelo, justo donde había estado la roca.

La cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que removiera la piedra del camino.

El campesino aprendió lo que los otros nunca entendieron:

Cada obstáculo representa una oportunidad

para mejorar nuestra condición.

lunes, febrero 19, 2007

Siempre recuerda a aquellos a quienes sirves...


En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó a una mesa.

La mesera puso un vaso de agua en frente de él.

- "¿Cuanto cuesta un helado de chocolate con almendras?", preguntó el niño.

- "Cincuenta centavos", respondió la mesera.

El niño sacó la mano de su bolsillo y examinó un número de monedas.

- "¿Cuando cuesta un helado sólo?", volvió a preguntar.

Algunas personas estaban esperando por una mesa y la mesera ya estaba un poco impaciente.

- "Treinta y cinco centavos", dijo ella bruscamente.

El niño volvió a contar las monedas...

- "Quiero el helado solo", dijo.

La mesera le trajo el helado solo, puso la cuenta en la mesa y se fue.

El niño terminó el helado, pagó en la caja y se fue.

La mesera volvió, empezó a limpiar la mesa y entonces le costó tragar saliva con lo que vio.

Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, había veinticinco centavos, su propina...

Jamás juzgues a nadie antes de tiempo.

domingo, febrero 18, 2007

Auxilio en la lluvia


Una noche, a las 11:30 PM, una mujer afroamericana de edad avanzada, estaba parada en el acotamiento de una autopista de Alabama, tratando de soportar una fuerte tormenta.


Su coche se había descompuesto y ella necesitaba desesperadamente que la llevaran, toda mojada, ella decidió detener al próximo coche.


Un joven blanco se detuvo a ayudarla, a pesar de todos los conflictos que habían ocurrido durante los ´60, el joven le llevó a un lugar seguro, la ayudó a obtener asistencia y la puso en un taxi, ela parecía estar bastante apurada, ella anotó la dirección del joven. le agradeció y se fue.


Siete días pasaron cuando tocaron a la puerta de su casa, para su sorpresa, un televisor pantalla gigante le fue entregado por correo a su casa, tenía una nota especial adjunto al paquete, ésta decia:


"Muchísimas gracias por ayudarme en la autopista la otra noche, la lluvia negó no sólo mi ropa sino también mi espíritu, entonces apareció usted, gracias a usted pude llegar al lado de la cama de mi marido agonizante, justo antes de que muriera, Dios lo bendiga por ayudarme y por servir a otros desinteresadamente. La señora de Nat King Cole"


No esperes nada a cambio y lo recibirás

lunes, febrero 12, 2007

Ahorrando vida...

Nos acostumbramos a vivir en departamentos y a no tener otra vista que no sean las ventanas de alrededor, y porque no se tiene vista, luego nos acostumbramos a no mirar para afuera, luego nos acostumbramos a no abrir del todo las cortinas; y porque no abrimos del todo las cortinas, luegos nos acostumbramos a encender más temprano la luz.

Y a medida que nos acostumbramos, olvidamos el sol, olvidamos el aire, olvidamos la amplitud...

Nos acostumbramos a despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde...

A tomarnos el café corriendo porque estamos atrasados...
A leer el diario en el autobús porque no podemos perder tiempo...
A comer un sándwich porque no da el tiempo para almorzar...
A salir del trabajo ya de noche...
A dormir en el viaje porque estamos cansados...
A cenar rápido y dormir pesados sin haber vivido el día...

Nos acostumbramos a pensar que las personas cercanas a nosotros estarán siempre ahí y a creer que están bien, sin preocuparnos por averiguarlo...

A esperar el día entero y finalmente oír en el teléfono:

"Es que hoy no puedo ir...
A ver cuándo nos vemos...
La semana que viene nos reunimos..."

A sonreír a las personas sin recibir una sonrisa de vuelta.
A ser ignorados cuando precisábanos tanto ser vistos.

Si el cine está lleno nos acostumbramos y nos conformamos con sentarnos en la primera fila, aunque tengamos que torcer un poco el cuello.

Si el trabajo está complicado, nos consolando pensando en el fin de semana.

Y si en el fin de semana no hay mucho que hacer, o andamos cortos de dinero, nos vamos a dormir temprano y listo, porque siempre tenemos sueño atrasado.

Nos acostumbramos a ahorrar vida...

Que, de a poco, igual se gasta y que una vez gastada, por estar acostumbrados NOS PERDIMOS DE VIVIR...!!!

Existe un dicho:

"La muerte está tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja".

El tiempo no se puede atrapar, mucho menos almacenar; nuestra existencia transcurre a gran velocidad, pero mientras tengamos vida, tenemos la oportunidad de cambiar nuestros hábitos, de tener una mejor calidad de existencia, de aprovechar y disfrutar cada respiro, cada latido de nuestro corazón.

No transformemos nuestra vida en una rutina inútil que nos haga infelices.

Dios pone a nuestra disposición todos los elementos para ser felices, satisfechos y agradecidos por ese gran don (que es la vida), que con tanto amor nos ha sido otorgado.

La vida no hay que ahorrarla... hay que vivirla plenamente...!!

viernes, febrero 02, 2007

El verdadero valor del anillo


Como nada es casual, ésto me llegó en el momento más apropiado, cuando cosas importantes me están pasando, en medio de un proceso de tomar conciencia, de descubrirme, de revalorarme... en estos últimos días no deja de sorprenderme la sincronicidad, aunque en realidad siempre estuvo ahí, era yo la que no la estaba viendo...

Gracias Jeangrey por tenerme siempre presente y enviarme historias como esta, que con sencillos relatos nos dejan valiosos mensajes.


Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerza para hacer nada.

Me dicen que no sirvo, que no hago bien, que soy torpe y bastante tonto.

¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro, sin mirarlo, le dijo:

-Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después...

-y haciendo una pausa agregó- Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

- E... encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas.

- Bien -asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho, agregó:

- Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda.

Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete antes y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo.
Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.

En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cachorro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, y rechazó la oferta.

Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado a más de cien personas- y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.
Cuánto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro.
Podría entonces habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda.

Entró en la habitación.

-Maestro -dijo-, lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste.

Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

- Qué importante lo que dijiste, joven amigo -contestó sonriente el maestro-.

Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero.

¿Quién mejor que él, para saberlo?
Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él.
Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas.

Vuelve aquí con mi anillo.

El joven volvió a cabalgar.

El joyero examinó el anillo a luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:

- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

- 58 monedas??! -exclamó el joven.

- Sí -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... Si la venta es urgente...

El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-.

Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única.

Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto.

¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.